NÚMERO: 44
TÍTULO: PADRE E HIJO
SINOPSIS: El hijo de César viene de sorpresa a ver a su padre. En el tren se ve implicado en unos hechos de los que también es testigo Ricardo Yesares. A la familia Taber le persiguen muy de cerca el dueño de una casa de juegos, Chris Wardell y sus hombres para vengarse de Elmer Taber que le ha robado un plano de un tesoro.
PERSONAJES:
+: César de Echagüe, César de Echagüe y Acevedo, Ricardo Yesares.
- : Elmer Taber=Elmer Bastión, Florencia Taber, Chris Wardell, “Muescas Grayson.
FRASE:
- Los malos ratos conviene pasarlos cuanto antes
CITAS:
- El cuerpo es el espejo del alma.
VALORACION: 6
OPINIÓN: De lectura amena y rápida. Se vuelven a mezclar los ingredientes esenciales de las novelas de Mallorquí: la venganza, los engaños, el misterio, relación padre-hijo y el amor.
OBSERVACIONES: Comienza una participación más activa del joven César. Esta novela tiene su continuación en la siguiente: “Cachorro de Coyote”.
CAPÍTULOS:
1.- ¿Quién es Elmer Bastión?
En un tren que se dirige hacia Los Ángeles se encuentra el pequeño César, que ya tiene 15 años y ha terminado sus estudios. Va a darle una sorpresa a su padre. Allí entabla una conversación con Florencia, que va acompañada por su marido, Elmer Taber, y el hijo de éste de su primer matrimonio, Bob. Estos van huyendo de Chris Wardel quien ha sido traicionado por Elmer. En el tren están preguntando por Elmer Taber. Para evitar llevar nada comprometedor encima, Elmer le propone a su mujer que esconda un paquete en el guardapolvo de César, para recuperarlo cuando estén en un lugar más seguro. Así lo hacen. En la parada de tren de Piedras Secas, suben al tren cuatro individuos que se hacen pasar por comisarios y cogen a un viajero del vagón de tren en el que viajan Elmer y su familia, considerando a ese viajero como que es Taber. Encuentran en su poder unos documentos que el mismo Elmer introdujo en su chaqueta.
2.- El heredero de los Echagüe.
César se encuentra con Ricardo Yesares en el tren y ambos hacen el resto del viaje charlando. Los Taber no ven la ocasión de recuperar el paquete que dejaron en el guardapolvo del César, por lo que les acompañan hacía la Posada del Rey don Carlos.
3.- El portamantas.
Los Taber hacen un nuevo intento de recuperar el paquete del equipaje de César pero les resulta imposible.
4.- Chris Wardell.
Chris Wardell, que persigue muy de cerca de Taber, acompañado de su lugarteniente “Muescas” Grayson, abronca a los 4 pistoleros que fueron tras Elmer y lo confundieron con otro. Wardell da muestras de estar enamorado de Florencia Taber.
5.- En el Rancho de San Antonio.
Don César recibe a su hijo en casa, acompañado de Ricardo Yesares. Éste le comenta los acontecimientos ocurridos en torno a su hijo y su guardapolvo.
6.- Una visita.
Sorpresivamente reciben pronto la visita de Florencia que muestra interés en ver la casa y sobre todo la habitación del joven César. Cuando el joven César descubre el paquete y trata de abrirlo un enmascarado entra por la ventana apuntándole con un arma y le quita el paquete. César lucha contra el enmascarado, quitándole el arma. Cuando lo sujeta descubre que es una mujer y ella escapa. Les cuenta a don César y Ricardo lo sucedido. Ellos se anticiparon y cambiaron el paquete.
7.- El final de la pista.
Elmer Taber, que realmente se llama Elmer Bastión está en su habitación de hotel esperando el regreso de Florencia, cuando se encuentra con Chris Wardell y “Muescas” Grayson quienes le desarman y le piden el plano que le robo.
8.- Alianza entre amigos.
Llega Florencia y Wardell le pide que le dé el plano que Elmer le quitó al señor Cano. Aparece el Coyote y les quita el papel que Florencia robó de la habitación del pequeño César.
9.- “Tres vírgenes”.
El Coyote se presenta ante la señora María Cano y de su hija y les pide que le comenten la historia que ocurrió entre su marido, Jesús Cano, y Elmer Bastión. Jesús tenía un plano con la localización de un supuesto tesoro o mina, pero necesitaba dinero para explotarlo. De forma que fue hacía la casa de juegos, propiedad de Wardell donde trabajaba Elmer Bastión y jugando al poker terminó por perder todo su dinero e incluso el plano del tesoro. En casa se dio cuenta que las cartas estaban marcadas. Volvió para recuperar lo que era suyo y apareció muerto. Cuando la mujer de Jesús le comentó lo sucedido a Wardell, Bastión ya había huido con el plano. El Coyote, tras escuchar la historia le devuelve el plano a la señora Cano y le pide que no diga a nadie que tiene el plano y se lo presente al banquero, el señor Emigh para que lo legalice.
Epílogo que no es el final.
César y Ricardo creen que la aventura ha terminado. Sin embargo, la señora Cano, inocentemente le comenta al señor Wardell que el Coyote le ha devuelto el plano que buscaban.
APORTACION ADICIONAL:
Fray Junípero Serra
En un apartado de la novela, el joven César comenta que tuvo una discusión con un profesor suyo, acerca de quien fue el personaje más importante de California. César defendía que era fray Junípero Serra.
El franciscano fray Junípero Serra fue el alma de la evangelización de la Alta California (o California estadounidense). La relevancia del misionero franciscano en la historia de esa parcela del Nuevo Mundo la confirma la presencia de su estatua, la única de un español, en el Hall of Fame (Galería de la Fama) del Capitolio norteamericano en Washington, colocada entre las de los padres fundadores y los personajes más destacados de la nación.
Miguel José Serra nació en la villa de Petra (Mallorca) el 24 de noviembre de 1713, en el
seno de una humilde familia campesina.
Sus primeros estudios los realizó en el convento de San Bernardino de Siena, en Petra. Posteriormente ingresa en el convento franciscano de Jesús, de la ciudad de Palma, donde hace su profesión religiosa el 15 de septiembre de 1731; en esa ocasión cambia su nombre de pila por el de Junípero.
En los años siguientes obtiene el doctorado en Filosofía y Teología en la Universidad Luliana de Palma y se dedica a la docencia y la predicación.
Las cartas y las noticias que llegan de los misioneros de América mueven a fray Junípero a abandonar su brillante carrera como profesor para incorporarse al trabajo de evangelizador en tierras americanas.
El 28 de agosto de 1749, Junípero Serra y otros veinte franciscanos salen del puerto de Cádiz rumbo a Nueva España (México).
El primer destino del mallorquín en tierras del virreinato español son las misiones de Sierra Gorda, habitadas por los indios pames. Junípero Serra y su paisano y amigo fray Francisco Palou se establecen en la misión de Santiago Xalpán el 16 de junio de 1750.
Además de la predicación del Evangelio y la administración de los sacramentos, una importante labor de los misioneros españoles en el Nuevo Mundo fue incorporar a los nativos a la civilización occidental. «Ganar almas para Dios y pueblos para la Corona» era el lema que movía a religiosos y soldados.
Junípero Serra dio pruebas en Santiago Xalpán de unas dotes de organización y de sentido práctico que le permitirían, años más tarde, llevar a cabo la ingente tarea de colonizar la Alta California.
Poco a poco, y gracias a esas iniciativas, fue mejorando la vida de los pueblos indios de la sierra, que hasta entonces habían llevado una existencia difícil.
Tras nueve años en las misiones de Sierra Gorda, fray Junípero recibe el encargo de dirigir la evangelización de los apaches de la región del río San Saba y se traslada a Ciudad de México.
El 14 de julio de 1767 dieciséis miembros de la Orden franciscana parten de Ciudad de México rumbo a la California ya colonizada. Al frente de ellos, como «padre presidente», iba Junípero Serra.
En 1768, soldados y misioneros se pusieron en marcha hacia las nuevas tierras. Era el comienzo de la gesta californiana de fray Junípero Serra y de sus acompañantes.
A partir del pueblo-misión de San Fernando, y en el breve espacio de quince años, surgieron otros nueve asentamientos a lo largo de la costa del Pacífico: todos ellos fueron impulsados directamente por el franciscano mallorquín.
A la muerte de fray Junípero, el 28 de agosto de 1784, quedaban establecidos nueve pueblos-misión, que acogían a unos 5.800 nativos, muchos de ellos bautizados. A ésos les siguieron en los dos años siguientes otros doce. De ellos surgirían con el paso del tiempo ciudades tan importantes como las actuales de Los Angeles, San Diego, San Francisco, Sacramento...
La consolidación de la obra de evangelización y civilización de California no fue una tarea sencilla. Eran muchas las dificultades a vencer: tierras desconocidas, indios hostiles al principio, problemas de avituallamiento hasta que empezaron a recogerse las primeras cosechas, carencia de medios de transporte y caminos por trazar, desaliento y proyectos de abandono por parte de los gobernantes del virreinato.
Sólo la fe y el empuje de fray Junípero hicieron posible la culminación de esa aventura. El mismo, soportando los dolores de una llaga nunca curada en una pierna, recorrió más de 20.000 kilómetros pasando de una misión a otra, animando y dirigiendo los trabajos.
El papa Juan Pablo II lo beatificó el 25 de septiembre de 1988.
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