NÚMERO: 99
TÍTULO: CAÍN DE RANCHO MURILLO
SINOPSIS: Después de siete años en la cárcel, aparece Fermín Yañez, a quién ayudó en su día el Coyote, frente a las pruebas que le hacían parecer culpable de haber matado a su padrastro. Tras ese paréntesis, de nuevo continúan las intrigas, los asesinatos, luchas familiares, la ambición y la búsqueda de un tesoro.
PERSONAJES:
+: César de Echagüe, Fermín Yañez.
-: Keller, María Luisa Sepúlveda.
FRASE:
- La dicha va repartida entre ricos y pobres. En cambio, la infelicidad se reserva exclusivamente para los pobres.
CITAS:
- El dinero no da la felicidad
- En el corazón no se manda
- Cuando no tengas nada interesante que explicar, cállate y sonríe
- El lebrel no corre en tanto que no huele a la liebre
VALORACION: 6
OPINIÓN: La típica historia de rivalidad entre clanes familiares. El final me ha parecido algo precipitado, aunque es una buena novela.
OBSERVACIONES: Discurre en una fecha anterior a la boda de Don César con Guadalupe.
CAPÍTULOS:
1. Retorno a la tierra
El joven César se encuentra en el jardín del rancho dándole clases de tiro a sus hermanos pequeños cuando aparece un ex presidiario que desea hablar con su padre: Fermín Yañez.
2. Un recuerdo del pasado
Don César ve llegar a su hijo junto a Fermín. Mientras los espera llegar te recuerda lo ocurrido en el pasado con Fermín. Este fue acusado de haber matado a su padre adoptivo Diego Murillo. Todo el mundo daba por hecho que iban a sentenciar a muerte, ya que las pruebas le acusaban directamente. Sin embargo la actuación de Don Cesar en el jurado hizo que se le considerará inocente del crimen de haber matado a su padre adoptivo. En cambio le consideraron culpable de un robo de unas monedas de oro. Ante el estupor de la sala, el juez le impone una dura pena por el delito de robo. Fermín recibe una carta del Coyote qué le aconseja aceptar la condena sin apelar. Fermín así lo hace. Mientras, los seis hermanos Murillo hijos del fallecido le prometen venganza.
3. Rancho Murillo
En el rancho de los Murillo el notario les lee las condiciones del testamento. Este no se puede abrir mientras no esté presente Fermín. Al menos durante 7 años los hermanos Murillo no podrán conocer la voluntad de su padre. En torno a la familia Murillo siempre ha existido una leyenda acerca de un tesoro escondido que pertenecía a la familia de los Salazar, a quienes los Murillo han exterminado por una enemistad entre familias.
4. Planes de venganza
Los seis hermanos Murillo y el marido de una de las hermanas, Keller, están tramando matar a Fermín en el camino hacia San Quintín.
5. María Luisa
María Luisa es una joven Sepúlveda. Los Sepúlveda, que antes tenían una gran riqueza, en la actualidad quedaron en la ruina por la adicción del difunto padre de familia al juego. La madre de María Luisa tratar de hacer ver a su hija que se debe de casar con un Murillo para poder hacer prosperar de nuevo la casa de los Sepúlveda. Ella sin embargo se ha enamorado de Fermín a pesar de que también le gusta a Jerónimo Murillo.
6. Palabras en la prisión
Los Murillo tratan de linchar a Fermín pero Teodomiro Mateos lo impide. María Luisa Sepúlveda avisa a Fermín indicándole que su vida corre peligro ya que los Murillo tratarán de vengarse. Teodomiro y sus hombres llevan a Fermín hasta la prisión de San Quintín. En el barco casi consiguen matar a Fermín pero la intervención del Coyote lo vuelve a impedir.
7. El regreso de Fermín Yañez
Cuando Fermín llega al rancho de San Antonio le pide a don César que le entregue unas monedas que el Coyote le había dado para que las guardara. Don César y Fermín se dirigen al sótano para recogerlas. Cuando se disponen a salir del sótano se encuentran con una persona que les avisa desde el umbral de la puerta. Esta persona recibe un disparo por la espalda. Es Joaquín, el hermano pequeño de los Murillo. Antes de morir le dice que sus hermanos tratan de matarle y que saben que es un Salazar. Cuando Fermín sale en busca de los Murillo para vengarse se encuentra en el suelo con tres pistoleros amordazados y atados. Dicen que han sido capturados por el Coyote. Fermín se dirige hacia la notaría para oír el testamento.
8. El testamento
Fermín se presenta en el notario a escuchar el testamento ante el rencor y la enemistad de sus hermanos. Éste dispone que los hermanos se repartan las propiedades, destinando para Fermín el tesoro de los Salazar. Hay cierta extrañeza de la falta de Joaquín al notario.
9. Rancho Adobes
Fermín se encuentra en el antiguo rancho Salazar, que pasó a llamarse rancho Adobes. Allí se encuentra al Coyote. Éste le comenta que el testamento ya era conocido por los hermanos y que alguno de ellos se ha mantenido inactivo durante los siete años en los qué Fermín ha estado en la cárcel. Sin embargo piensa que ahora volverá a matar por ambición. Si mueren los hermanos Murillo será mayor la parte proporcional de testamento que les corresponda a los demás. Las monedas que tienen la clave del tesoro no le dicen nada Fermín. Una posibilidad es que ponga En Adobe. Sin embargo en las tierras de los Salazar se ha excavado en innumerables ocasiones por parte de los buscadores de tesoros sin conseguir localizarlo. Fermín y el Coyote se dirigen hacia la ciudad cuando el Coyote recibe un aviso de Evelio Lugones. Los voluntarios del Coyote que se encargaron de esconder el cadáver de Joaquín fracasaron en su intento, por lo que en esos momentos los Murillo deben de saber de la muerte de Joaquín y pensarán que Fermín es el asesino.
10. Las diez de la noche
Jerónimo se encuentra con su hermana Julia. Ha descubierto que el autor de los crímenes es su marido Keller. En ese momento aparece y mata a ambos. Después se encuentra con Mateos y le dice que el asesino es Fermín. El pueblo sale en busca de Fermín para matarle. Por otro lado María Luisa está a la espera de la cita con Fermín. Sin embargo a quien se encuentra allí es al Coyote. Éste le descubre su juego. Ella realmente está enamorada de Keller y ha planeado los crímenes para quedarse con la mayor parte de las riquezas. Los cuatro Murillo estaban escuchando la conversación. María Luisa acaba marcada por el Coyote.
11. En Adobe
Fermín se encuentra en Adobe cuando oye llegar a un grupo de vaqueros. Es Keller y los demás perseguidores que tratan de matar a Fermín. Este se resguarda dentro de la casa de Adobe. Los disparos y un repentino recuerdo de Fermín hacen que descubra la localización del oro. Está mezclado entre los ladrillos de adobe que forman la casa. Cuando le indicaba que el tesoro estaba en Adobe se refería, no al nombre de la parcela, sino al material de la construcción. Keller trata de matar a Fermín antes de que lleguen los hermanos Murillo pero finalmente estos, que conocen toda la verdad, atrapan a Keller y le ahorcan. Aclarado todo, los hermanos y Fermín hacen las paces.
APORTACION ADICIONAL:
Hablando de tesoros...
La leyenda del tesoro de Pichilingue
Cuando en el siglo XV se iniciaron los viajes de los galeones de Manila recorriendo la ruta de Filipinas a Acapulco, aprovechando la corriente del Kuro Sivo que pasa frente a la península de California, muchos barcos piratas acechaban su paso con el fin de apoderarse de las riquezas que traían. Uno de esos galeones, el Santa Ana, fue apresado por el corsario Thomas Cavendish frente a las costas de San José del Cabo y después de apoderarse del botín lo incendiaron.
En 1615, otro pirata de origen holandés, Boris Von Spilbergen, salió del puerto de Vlissinger rumbo al continente americano en busca de los galeones a los que por cierto nunca encontró. En su recorrido llegó a las costas de la Baja California y se cree que sus barcos se refugiaron en la bahía de La Paz. Andando el tiempo esos piratas fueron conocidos como “Los Pichilingues”.
El establecimiento de este comercio entre los dos continentes despertó la codicia de otras potencias como Inglaterra, que permitió a piratas de su país asaltaran a los galeones en sus travesías. Uno de estos corsarios fue Francis Drake, quien en el año de 1578 recorrió todo el literal del Océano Pacífico atacando y saqueando puertos, apoderándose de buques españoles. El botín así adquirido fue muy valioso, sobre todo por el oro y la plata que contenía.
Uno de los barcos que asaltó fue la Nao “Santa Fe” a la altura de Cabo Corrientes, que llevaba en su interior un riquísimo cargamento de monedas de oro, perlas y joyas. Perseguido de cerca por dos embarcaciones españolas, se dirigió al norte rumbo a la península de California. Penetro en la bahía de La Paz y fondeó frente a la isla de San Juan Nepomuceno que enmarca la bahía de pichilingue. Ahí, ante la amenaza de sus perseguidores, Drake decidió esconder el tesoro amparado por las sombras de la noche. Acompañado de tres hombres de su entera confianza bajó a tierra y en uno de los declives de la isla sepultó los cofres del tesoro, no sin antes tomar las debidas referencias geográficas para su posterior recuperación.
En ese lugar permaneció cinco días esperando que pasara el peligro, al cabo de los cuales el barco desplegó sus velas y enfiló al sur, con el fin de pasar por el Estrecho de Magallanes y retornar a su patria, llevando en sus bodegas parte de las riquezas obtenidas en sus correrías por los mares y costas del continente americano.
Lo que fue un secreto quedó al descubierto, porque unos indios pericués, que habían llegado unos días antes a las costas de la bahía provenientes de la isla de Espíritu Santo donde tenían su residencia, observaron de cerca los movimientos de los piratas, aunque sin saber con certeza lo que ocultaron. Así, de boca en boca, fue transmitiéndose la noticia hasta llegar a oídos de los colonizadores españoles, quienes de apresuraron a buscar el botín.
Han pasado más de 400 años y el tesoro no ha sido encontrado. Existe la creencia de que Drake simuló enterrarlo, pero lo que hizo en realidad fue arrojar los cofres al mar sujetos a una pesada ancla a fin de evitar que las corrientes marinas lo arrastraran.
Desde entonces han sido muchos los que han recorrido la bahía y los litorales de la isla en busca del tesoro.
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