NÚMERO: 72 TÍTULO: LA CARAVANA DEL ORO
SINOPSIS: Continúa el viaje de Analupe de Monreal, que junto a Lorenzo se dirige hacia el sur cargada con el oro del Merrywhale. Analupe se ve cada vez más apurada ya que el ayudante de Lorenzo, Jerónimo, va matando a sus hombres sin que ellos sepan de donde proviene el peligro. Además les siguen el Coyote y los militares que tratan de recuperar el oro.
PERSONAJES:
+: César de Echagüe, los Lugones, César de Echagüe y Acevedo, Pedro Bienvenido.
-: Analupe de Monreal, Lorenzo, Jerónimo.
FRASE:
- Dios sigue caminos tortuosos, pero eficaces siempre, para castigar a los que obraron mal.
- Favor con favor se paga.
- Las ranas hacen más ruido que las águilas.
- Detrás de la mata más pequeña se puede ocultar un gran enemigo.
OPINIÓN: Muy entretenida y dinámica, con muchos personajes.
OBSERVACIONES: Continuación de la novela “Analupe de Monreal”, terminando una larga colección de novelas que giran en torno a la Reina del Valle y el oro del Merrywhale.
CAPÍTULOS:
1. El prisionero.
El comandante Muskrat sigue prisionero. Lorenzo le ofrece la libertad a cambio de conocer la identidad de quien le ayudó a escapar. Se generan desconfianzas entre Lorenzo y Analupe de Monreal.
2. Un consejo del Coyote.
El Coyote vuelve al campamento donde se encontraban su hijo y Pedro Bienvenido. Cerca están los tenientes Bowman y Pfalzer. El Coyote se presenta ante ellos y los convence para perseguir juntos la caravana de oro.
3.- Un ascenso.
Bowman vuelve al fuerte Craig que está provisionalmente comandado por el capitán Mendel. El capitán no quiere arriesgarse a realizar cualquier acción indebida por lo que va a comunicarse con Washington, mientras que el teniente Bowman inicia la persecución del oro con los militares. A Mendel le confirman que se debe de perseguir a la caravana del oro y le comunican el ascenso a capitán del teniente Bowman.
4.- Autoridad minada.
Analupe desconfía de Lorenzo, pero no tiene más remedio que aceptar su ayuda. Lorenzo, para tratar de minar la autoridad de ella sobre sus hombres, ordena a Jerónimo que mate a otros seis hombres de Analupe. Cuando se descubre el asesinato de los hombres, Analupe accede a unir sus fuerzas a las de Lorenzo y compartir el botín. El comandante Muskrat sigue de prisionero con ellos.
5.- Armas de mujer.
Lorenzo ha dejado cuatro carros atrás, simulando que están abandonados para tenderle una trampa al Coyote. Mientras, continúan su camino hacia el sur. El comandante Muskrat consigue liberarse y deja inconsciente a quien le vigilaba. Consigue conducir inadvertidamente su carro por un camino diferente y causar un tumulto en los carros que le seguían, ocasionando muchos destrozos y bajas humanas, mientras que el huye a caballo.
6.- El principio del fin.
Desde una loma, con un catalejo, el Coyote puede ve cómo Lorenzo le ha dejado preparada la trampa. Le pide a su hijo y a Pedro Bienvenido que volvieran en busca de los militares a quienes deben de guiar hacia el lugar en que se encuentra Lorenzo y el oro. El Coyote se acerca hacia los carros y está a punto de recibir los disparos de uno de los hombres de Lorenzo cuando los otros tres “hombres de Lorenzo”, que son los hermanos Lugones, le matan. Éstos le comentan a su patrón las andanzas de Lorenzo y los asesinatos cometidos por Jerónimo, cuando escuchan los disparos y el tumulto generado en la huída de Muskrat. El militar habla y recibe instrucciones del Coyote, para que en cabeza de los militares que están al venir se dirija en busca del oro.
7.- Las malandanzas de Herman Pfalzer.
La caravana del oro llega a la estancia de Lorenzo que es un fortín inexpugnable. Allí se encuentra Conchita, la mujer de Lorenzo, a quien éste quiere asesinar a pesar de su bondad para casarse con Analupe. El teniente Pfalzer que siguió su camino en solitario, calló en las manos de los hombres de Lorenzo y es forzado a decir la importancia que el oro tiene para el gobierno de los Estados Unidos. Lorenzo le enseña a Analupe lo bien fortificado que está su vivienda. Cuando Jerónimo, siguiendo las indicaciones de Lorenzo intenta matar a Conchita, los Lugones lo evitan.
8.- La justicia del Coyote.
El Coyote se ha introducido junto a los Lugones en la estancia de Lorenzo. Allí amordazan y esposan a Lorenzo, lo meten en un carro junto a Conchita y le indican a ésta que huya y no desate a Lorenzo hasta que estén muy lejos y por tanto los militares hayan recuperado el oro. Los hombres de Lorenzo y Analupe también huyen cuando tienen a los militares muy cerca sin poder llevarse nada del oro robado. Muskrat está tentado de seguir a Analupe, de la que se ha enamorado, pero la deja ir cuando está sigue en su huida. L Coyote también abandona el lugar antes de la llegada de Muskrat y sus hombres.
APORTACION ADICIONAL:
En esta novela del Coyote se hace referencia a uno de los presidentes más importante que ha habido en Paraguay. Se trata del mariscal Francisco Solano López.
Mariscal Solano López de Paraguay
Francisco Solano López Carrillo (Asunción, 24 de julio de 1826 – Cerro Corá, 1 de marzo de 1870) fue el segundo presidente constitucional de la República del Paraguay entre 1862 y 1870. Se desempeñó como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, presidente y jefe supremo de la nación paraguaya durante la Guerra de la Triple Alianza. Sucedió como presidente a su padre Carlos Antonio López, que le había dejado a su hijo una nación próspera.
En 1853 fue nombrado embajador del Paraguay e hizo contactos en los países europeos de Reino Unido, Francia, Prusia, España y Piamonte-Cerdeña con el objetivo de obtener el reconocimiento de la independencia paraguaya por parte de esos países, además de comprar armas, barcos y blindajes para el ejército.
A la muerte de su padre en 1862, el Congreso de la Nación lo elige democráticamente como presidente de la República del Paraguay. Su mayor ambición era lograr exportar a Europa. Sus primeros años como presidente impulsó al Paraguay a la modernidad, extendió las vías férreas y el telégrafo, fundó escuelas, oficinas públicas, oratorios, abasteció al pueblo y al ejército. Construyó hospitales y hornos de fundición. Reestructuró el país por completo. Paraguay en ese entonces era comparable a cualquier potencia mundial de la época.
La figura del Mariscal Francisco Solano López fue -y sigue siendo- objeto de opiniones radicalmente opuestas.
Cuando Brasil invadió Uruguay, al tener éste un tratado de defensa mutua con el Paraguay y como Solano López (ante la autorización del paso de tropas brasileras por territorio argentino), se vio forzado a atravesar territorio argentino para atacar a Brasil, Bartolomé Mitre encontró en esta acción la oportunidad para declarar la guerra, alegando que nunca existieron acciones militares o de provocación por parte de la Argentina en contra de Paraguay y que ante la violación territorial la guerra era inevitable. Eso por un lado, por otro lado como a lo largo de la historia americana pasada y actual influyeron fuerzas imperialistas europeas que veían con malos ojos el crecimiento de la nación paraguaya que podría poner en peligro los interés comerciales y coloniales de la corona inglesa.
La guerra estaba en marcha y durante algo más de cinco años la actitud de Francisco Solano López fue indoblegable: firmeza y dignidad ante las potencias contendoras, hasta el 1 de marzo de 1870. Murió con la frente en alto de héroe romántico, como su hijo Panchito, de sólo 17 años, entonces comandante del ejército, quien cuando le intimaron rendición contestó: «Un coronel paraguayo no se rinde nunca».
Fuente:
Wikipedia
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